domingo, 18 de octubre de 2009

una dama muy señor


Duchamp es el origen de nuestro arte actual. ¿Por ser complicado? Tal vez por todo lo contrario, por su rotunda sencillez que nos obliga a replantearnos lo que vemos. Su única dificultad; no dejar indiferente.
Travestido de mujer para anunciar un perfume inexistente "Belle Haleine" y fotografiado por Man Ray, el artista era un experto en camuflaje hasta lograr su desaparición. Su transgresión de los modelos existentes lo hacen el artista más importante del siglo XX. Su pensamiento, su continua voluntad de subvertir los preceptos del sistema artístico moderno y sus silencios, han abierto multitud de veredas, desde el dadá o las vanguardias, pasando por el arte conceptual. Es un artista literario en el sentido de prototipo del héroe moderno. Hizo de la desaparición un motivo artístico. De lo infraleve, el polvo sobre un vidrio, al urinario, todo Duchamp es invención inútil, creación-arte.
Bueno, si usted quiere, mi arte sería el de vivir; cada segundo, cada respiración es una obra que no se inscribe en ninguna categoría, que no es ni visual ni cerebral. Es una especie de euforia constante. (Marcel Duchamp)
Mi nombre de Marcela es una forma de minihomenaje a Duchamp, que se declaraba ingeniero del tiempo perdido. Como no llego ni a la suela del zapato de Rrose Sélavi, me declaro zapatera… a tus zapatos.
Es la vida. Es lo que tenemos. ¿No es surrealista lo que hacemos con ella? Çe la vie.
(Fotografía de Marcel Duchamp como Rrose Sélavi)

4 comentarios:

nancicomansi dijo...

Otra manera de mirar, desde otra perspectiva, en otro concepto ¿o no lo es el sacar de contexto un urinario?
Es la mirada la que crea.
Un genio este señor/a.

besos.

A.L.Zarapico dijo...

Mas que surrealista,intentamos vivirla cómo podemos, sin dejar de pensar si no se nos escapa algo?Saludos.

marcela dijo...

Hola Nanci, si que era un genio, se le conoce por el urinario, pero creo que toda su obra es de una potencia creativa, a la que sólo puede llegar un desocupado, trabajando sin parar con la cabeza.
Que el vidrio se rajara, no hace sino demostrar que incluso la obra acabada trabajaba para él.
Un abrazo

marcela dijo...

Hydro,
Vivimos de modo surrealista, porque no sabemos lo que nos espera, y hacemos que controlamos.
Es todo como un juego-el trabjo de los surrealistas- y la vida igual, en la que los dados los echa el destino.
Un saludo, gracias por tus visitas.