viernes, 21 de abril de 2017

Nunca llegarás a nada


Mi madre en ocasiones para que me centrara en los estudios me decía esa horrible frase. Y la verdad, por todos los medios he intentado ganarme muy bien la vida, pero sin querer llegar a nada. Lo cierto es que no me ha ido mal, no he tenido las servidumbres de éxito y tampoco creo que me haya deslizado por la rampa del fracaso.

Nunca supe que significaba llegar. Lo más difícil para mi ha sido conseguir llegar a reconocerme y encontrarme. Perdida siempre he estado: conscientemente perdida.
He devorado bibliotecas enteras y sé muchas tonterías y cosas que no me sirven. Y algunas otras que han sido fundamentales para mi existencia. Los libros dice un filósofo son esencialmente inútiles y por eso se los ama tanto.

Todo lo inútil forma parte consustancial en mi vida: los libros, el arte, el amor, el desamor, el cine, y algunas fruslerías semejantes.

Al éxito siempre le he dado la espalda, porque en esos libros he aprendido que "cualquiera que al final de su andadura, tenga la impresión de haber tenido éxito en su vida, es que no debía aspirar muy alto en el punto de partida" (cito sin acordarme del autor)

2 comentarios:

Genín dijo...

Bueno, te queda mucha vida como para repetir este tipo de reflexiones, varias veces, y hasta contradecirte con las anteriores... :)
Besos y salud

David dijo...

Jo, qué fracesita. Alguna que otra vez tb la he escuchado.