viernes, 17 de febrero de 2012

la vida como ladrillo



No tenemos tiempo de ver a los amigos, de reflexionar en voz alta con ellos, ni de estar en los parques, estar de verdad. Hay que madrugar, no tenemos tiempo de hacer el amor con la persona que hemos elegido: la pasión se marchita. Lunes, martes, miércoles, jueves....
La rutina engulle nuestra vida a cambio de algún capricho, otro jersey negro que luciremos en la oficina, un mes de vacaciones, un coche nuevo para el atasco del domingo. Siento decir cosas asi, pero ¿eso es vivir?...  Mi perro vive mejor.
La vida puede ser un ladrillo y a veces se me ocurre lanzarlo sobre las cabezas de los que nos llevan a ello. Creo que la creación de este estado de las cosas tuvo lugar al pasar de homo ludens a homo sapiens y de ahí a homo faber.
Jugábamos, empezamos a pensar, comenzamos a fabricar y ahora simplemente consumimos.

10 comentarios:

Helen Ford dijo...

Estoy contigo.
Yo intento seguir la filosofía de Garfield y disfrutar de los pequeños placeres de la vida e ironizar sobre los grandes.
La vida puede ser lo que uno quiera.
La mía creo que es como una caja de bombones o tal vez como un barril de cerveza.
Buenísimo.

Genín dijo...

Si, habría que cambiar este jodido mundo...
Besos y salud

India dijo...

Hoy siento el peso de todos los ladrillos... los que creo que sin darme cuenta, se han cimentado a mis espaldas a mi alrededor y lo que es peor, en mi interior... pero bah! sé que es por el resfriado, ése sí que me ha pillao con el paso cambiao jejeje dos ibuprofenos y me pongo a dar machetazos, reflexionar en voz alta con amigos a través de skype si no los tengo lo cerca que quisiera, recrearme en las sonrisas de los que sí que están a una distancia de fácil recorrido para verse al menos los fines de semana, islotes de felicidad en los que descansar de los lunes,martes, miércoles... Mi rutina me engulle, seguro... pero soy pez viscoso, no lo hará por mi capricho, lo hace de momento porque busco mis sueños en su digestión! Tropiezo y caigo, pero hace años que contraté a un pepitogrillo al que pago para que me collejee cuando vea que me estoy dejando llevar... cuando no estoy luchando por disfrutar de cada día, de cada cosa que es instante... no te mentiré, mi pepitogrillo es un hacha de las collejas, porque practica tela! jajajaja pero está... lo tengo... debe ser una especie de inspector de obra jaaajajaja no del estilo de las VPO que lo pasan todo... y tú también lo tienes, Marcela... y Genín estoy segura de que también!y a Helen no la conozco, pero parece que por lo que dice, también sabe!
El tema es no despistarse ni decaer!
Achuchones y... perdón por el ladrillo! jaaaaaaajajaa

Blue dijo...

Consumir es una droga para calmar la ansiedad. Esa es la sensación que tengo (ahora que estoy curada, ja, ja), cuando veo a los demás, entrando, saliendo, probando, comprando, devolviendo...uffff, solo verlos ya me agota.
Ahora hago lo mismo entrando en blogs, web, etc, pero como no gasto tampoco me genera sentimiento de culpa, y además aprendo, quiero, vivo...¡y todo gfree!, ja, ja.
;-)
Besos.

Blue dijo...

Free, free, ja, ja.

India dijo...

jijijijiji me pilló que justo te leía, Blue, y sabía que escribirías la corrección del free, cuando lo hacías... nos cruzamos en la puerta de la tienda 24h open todo free jajajaja

Blue dijo...

jajajaaja...es que quedaba como gggggutural, ja, ja.

India dijo...

jaaaaaaajajjaa sí, demasiado Merkel para ser un free jaaaajajaja

Pilar Mandl dijo...

¡Totalmente de acuerdo...!

fiorella dijo...

Cuando no falta tiempo para el consumo es por que algo nos anda muy mal....Ardillas dando vueltas en la rueda de una jaula. Un beso