Dice un escritor que bien podía escribirse una historia de la filosofía a través de las cartas que se enviaron los filósofos. Platón decía que la carta, debe dejar ver el interés o la preocupación por aquél al que la carta se dirige. Las buenas cartas son aquellas en las que no se comunica otra cosa que no sea un acto de generosidad: darse y preocuparse por las cosas del otro.
Hoy, olvidado el hecho fundamental de la carta como comunicación, las redes sociales cumplen esa función. Cada día nos comunicamos más por medio de imágenes, y es una suerte de correspondencia visual.
Escribimos sobre nosotros, sobre nuestros pensamientos, gustos y actitudes. Pero existe la posibilidad de establecer un diálogo con imágenes. Lástima que en la educación no enseñen a leer y escribir con imágenes, ya que hacerlo de esa manera, alcanza casi el lugar de manifiesto.
Además de la inmediatez de la imagen, el que la recibe tiene la posibilidad de establecer su diálogo y encontrar tiempo para mirar y responder.
En mi blog siempre doy más importancia a la imagen que al texto, porque las imágenes me hablan y las destino a aquellos con los que comparto lo que soy o me gustaría ser. Aquello que soy con otros: con mis afinidades electivas.
"El analfabeto del siglo XX será el que no sepa leer una fotografia"
El tiempo se acelera y ahora además de saber leer y escribir con fotografías hay que codificar el mensaje.
"El analfabeto del siglo XXI no será quien no sepa leer y escribir sino quien sea incapaz de aprender, desaprender y reaprender” (Alvin Toffler)
(fotografía Svein Nordrum)