lunes, 11 de noviembre de 2019

vida doméstica y domesticada


Vives así, cobijada, en un mundo delicado, y te crees que estás viviendo. Entonces lees un libro... o te vas de viaje… y descubres que en realidad no estás viviendo, que sólo estás hibernando. Los síntomas de hibernación son fácilmente detectables: El primero la tranquilidad.  Y cuando la hibernación se vuelve peligrosa y podría llegar a ser mortal, la falta de placer. Eso es todo. Aparece como una enfermedad inofensiva: monotonía, aburrimiento y tranquilidad, esa palabra: tranquilidad.
Millones viven así. 

Y entonces un tratamiento de shock ocurre: una persona, un libro, una canción, y esto los despierta y los salva de la muerte. Algunos nunca despiertan.

Incluso son animales domésticos, creyéndose leones.

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