martes, 24 de enero de 2017

a vueltas con yoko ono



Todos los amantes de The Beatles la odiaron. John Cage la valoraba tanto que la llevó como intérprete en su primer viaje a Japón (dos cosas le fascinaban especialmente: que Yoko hubiera ido de chica a la Escuela Gakushuin de Tokio, exclusiva para miembros de la familia imperial e integrantes de la aristocracia japonesa, donde fue compañera del hijo del emperador Hirohito y de Yukio Mishima, y que hubiera hecho siete años de conservatorio como estudiante de piano, hasta el día en que confesó que soñaba con ser compositora, y la pusieron de inmediato a aprender canto porque “las mujeres no sirven como compositoras”). Y Sol LeWitt, considerado el creador por antonomasia del arte conceptual, dice haber tomado de ella la idea de que una obra de arte podía ser su explicación a modo de instrucciones zen (una de las primeras piezas de Yoko era una caja de fósforos con la frase: “Enciende un fósforo. Contémplalo hasta que se extinga”; otra se llama "Caja Que Sonríe": un cubo que, al abrirle la tapa, tiene un espejo en el fondo que refleja la expresión del que la ha abierto: todos sonríen sin saber por qué cuando lo abren).

John Lennon conoció a Yoko Ono en esta exhibición de arte. En el medio de la exposición había una escalera que llegaba hasta una lupa colgada del techo y, en letras muy pequeñas, estaba escrita la palabra "yes". Lennon dijo que si la palabra hubiese sido "no" él se hubiera marchado de inmediato. 

5 comentarios:

David dijo...

Bueno. Nunca odié a Yoko aunque me considero un poco amante de los Beatles (o "un mucho"·, dirán algunos que me conocen). Supongo que se separaron porque así es la vida y que Yoko no tuvo culpa ninguna en eso. No entro tampoco en sus habilidades como artista ni en lo que apuntas, pero confieso que en los discos que hacía "a medias" con John me saltaba sus canciones. Y si me pong el Double Fantasy, sigo saltándomelas...
Un abrazo.

David dijo...

Ah! Y tampoco odié a Linda. Recuerdo que fui a un concierto de Paul y todo el mundo la ponía a bajar de un burro. No lo entendía. Si todo el mundo "adorábamos" a Paul, qué mínimo que respetar a aquella que era su compañera. En fin...

Carmela dijo...

Curioso lo que cuentas y que no conocía.
Siempre me ha parecido alguien con una gran personalidad y magnetismo, ala que se quiere o se odia, pero que no pasa desapercibida.

Besos.

Genín dijo...

Nunca me ha caído muy bien, es algo gratuito, no se porqué... :(
Besos y salud

marcela dijo...

Amigos os diré que yo admiro a Yoko Ono, y creo que lo mismo le ocurría a John Lennon. Es una buena artista del conceptual. Besos.