jueves, 22 de septiembre de 2016

besos sin puntos ni comas, Margerite Duras



Cuando leí por primera vez a Margerite Duras soñé con ser ella pese a la tristeza. Su prosa sin puntuaciones me provocaba un sofoco que impregnaba mi cabeza del vapor del río Mekong. Me encantaba sus susurrante estilo, casi como relatado al oído. Y hablaba de amantes y entonces supe que nunca escribiría como ella pero podía sentir así. Modificó mis nociones del amor.

Duras escribe: “Los besos en el cuerpo hacen llorar. También diríase que consuelan”.
Aseguraba que uno escribe siempre sobre el cuerpo muerto del mundo, y también sobre el cuerpo muerto del amor, no para reemplazarlos, sino para consignar el desierto que dejan. Y repite, se repite como en un bucle, quizás inventándose aquella pasión china de un hombre que se presentaba a buscarle maquillado.

Un amor-compañero llegó a la vida de Marguerite cuando ella estaba sin aliento. con el volvió a escribir y a filmar, para darse cuenta de su imposibilidad de amar.  Su acompañante la protegerá, la soportará. Y lo maltratará. 

Vivió entre prosas, películas, marihuana y alcohol y frases que hacen llorar como aquellos besos en Indochina. Nunca dejó de hacer mermeladas.Posiblemente para sentir en sus labios la dulzura perdida.

Jamás he dado importancia a la puntuación.

4 comentarios:

Genín dijo...

Desde niño, se me olvidó el uso del punto y coma que siempre consideré innecesario, y nunca mas he vuelto a escribir uno, y mira que ha llovido...
Besos y salud

Nabila dijo...

Me vuelven loca tus besos punto y final.
Besos como caricias a todos mis sentidos y con coma, como breves pausas que recorren todo mi ser.
Lo que más me gusta eres ......(puntos suspensivos) toda tu

Que los puntos y las comas ,importan y mucho

Carmela dijo...

Grande, muy grande Margerite Duras.

Beso, Marcela.

Yo dijo...

Cogí el libro de El amante en la biblioteca por que el título me llamó la atención, y me lo leí ahí mismo donde estaba del tirón. Luego me lo compré, volví a leer y compré también y leí la versión que hizo ampliada ("El amante de la China del Norte") posteriormente, si no me equivoco una vez se enteró que "el amante" en la vida real se había muerto. Soy incapaz de releer el final sin que se me ponga cada vez literalmente la piel de gallina, aunque lo haga varias veces seguidas en cada una de ellas me pasa, como lo entiendo, que verdadero es. Igual que la frase que has entrecomillado de los besos, absolutamente verdadera, con toda la intensidad y poder que tiene lo exacto. Gracias por recordármela!