domingo, 1 de mayo de 2016

Para comerte mejor.

 Desde ahora os digo que tanto master-chef ha acabado con la nueva cocina. Esa que tardan mas tiempo en empatar que en comerla. Lo que más me divierte en ésta etapa de mi vida es cocinar. Pensaba que el arte me evitaba no volverme loca con la increíble confusión de lo cotidiano. Después de tantos años, tanto teórico pos-braudillard, neo-kantiano y post-estructuralista, terminaron por llevarme a la inanición mental.Me volví anoréxica de la emoción. Así, que he resuelto crear platos de antigua-cocina. Nada de esferificaciones, ni glutamatos, nada de humo de vieiras al fino aroma de musgo cantábrico. No, lo que hago es cocina de toda la vida.
Perder el tiempo cocinando es una vía directa hacia lo eterno, y encuentro que la medida del mundo es inversamente proporcional al corte fino del perejil.Mientras, atender al hervor de los tomates hace que mi pensamiento se diluya en fluidos gaseosos que casi me llevan al.....------
Ahora, invito a comer, a los amigos. Y casi todos agradecen que haya dejado el arte, para pasarme directamente a la cocina, de la que nunca debí salir. Yo que era post-feminista...
Comentario sobre la imagen: Aquí, ilustrando ésta entrada debería ir un plato de esos de fotografías de revista, platos que hace Adriá, que les parecen más artísticos-elegantes que el propio arte. Sin embargo, mi dedicación al mundo fotográfico, hace que aparezca la fotografía que ven que sí tiene concepto y es arte. No bella, arte. Además, explica muy bien con el libro que aparece la saturación entre teoría y banalidad.

2 comentarios:

Genín dijo...

Pues nada, yo me sacrifico y cuando quieras me ofrezco para catador oficial de tu arte culinario, de la cocina lo unico que se es comer lo que otros cocinen, todos los dias tengo que comer, por tanto tengo que cocinar si se puede llamar así a lo que yo preparo, que se le va a hacer, de la cocina lo único que me gusta es comer lo rico...
Besos y salud

Blue dijo...

Lo peor de master-chef es que no se aprende nada. A mí me desespera, jaja.
De las tareas llamadas "del hogar" es una de las que más me gusta, lo que pasa es que llevo tantos años cocinando que llega un momento que ya aburre. De todas formas últimamente estoy recuperando la ilusión y ya vuelvo con innovaciones, jaja.
El tabaco...mmm, ese es de los amigos.
Besos, Marcela.