lunes, 18 de enero de 2016

De los amores liquidos


En las historias de amor antiguas lo cursi se daba por hecho. De ahí, que no se tuviera miedo a caer en la cursilería. Pessoa decía que las cartas de amor son ridículas siempre. Y Galdós, escribía apelativos noños a Emilia Pardo Bazán.
 

Ahora que todos somos unos inseguros, lo cursi está prohibido en el discurso amoroso. Es más fácil tener sexo que hablar de amor. Nos resulta más fácil firmar una hipoteca para toda la vida que decir "te quiero". Y el compromiso, es una palabra impronunciable. Con la compañía del móvil se firma un compromiso de años, con una pareja se dice eso tan socorrido de  "mañana te llamo".
 

En esta sociedad individualista e independiente lo difícil es comunicarte con alguien, por eso la única forma de contar una historia de amor es contando una historia casi de terror. Dice el escritor Roncagliolo que los elementos vitales de novela romántica  de siempre son: “mucho sexo y soledad”. En ocasiones la soledad se presenta como el auténtico amor a uno mismo.

Parece que en una sociedad "liquida" nada es menos sólido que el amor.

(fotografía Jay Maisel)

2 comentarios:

Blue dijo...

Tienes razón, estamos más atados a la operadora del móvil que a muchas cosas.
Pero deja que sea líquido. Cuando no se nota es cuando ya es gaseoso.
Besos, Marcela.

marcela dijo...

Blue, tienes mas razon que una santa. Pero hay demasiada liquidez, incluso en la cartera de los politicos. besos.