miércoles, 26 de agosto de 2015

regreso y salgo



Regreso después de casi un mes de ausencia. Me quema bajo los pies el suelo que piso. De vuelta, giro la llave y entro en casa. El tiempo se mueve -no pasa: se mueve- rápido, tan rápido como los aviones. Si no pasa nada, el tiempo no pasa. O sea, no se mueve. El tiempo se mueve, se acelera cuando suceden cosas. Porque el tiempo siempre ha sido un aliado estratégico. El tiempo es circular. Aún así, el tiempo se ha movido para mí. Yo con él.

La ciudad en anteriores agostos solo era un bochorno abúlico. Este año no me quedé.  Simplemente vine y fui. Regrese y me marché después.

Este tiempo largo de vacaciones de ida y vuelta he logrado dejar de pertenecerme a mí misma. Y de esperar.

2 comentarios:

Genín dijo...

Pues yo juraría que está entrada ya la he leído antes, y comentado, será el alemán que viene... :(
Salud y besitos viajeros

marcela dijo...

Si Genin la habia publicado pero salia un parrafo negro y lo he cambiado. Besos y salud.