domingo, 8 de junio de 2008



Robert Lepage en Salamanca. Y allá que nos vamos María y yo. Y nos cuenta cosas que hay que repetir, con una puesta en escena fascinante. Poética del espacio, juegos lumínicos, danza, barquitos que atraviesan el escenario. China, los artistas chinos, el arte, la soledad y una canadiense que habiéndose lanzado por el tobogan del triunfo personal se encuentra sola y quiere adoptar una chinita. La niña que es pequeña, pero no tonta cuando la coge en sus brazos llora durante 23 horas, para disuadir a la interfecta.

Un teatro que encanta contando cuentos modernos. Encantar viene de ahí. Un canadiense genial y nada frío, repleto de ternura y sabiduría. Y sin subvenciones, de las que se ríe en su magnífica "The Anderson projetc".

PD. Y ZP dando consejos a Trichet. El próximo año los mandamos a Eurovisión.

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