El
valor fundamental de las sociedades capitalistas es la salud. Si se ve
hoy el amor con buenos ojos, y ya no es esa tragedia que contaban los
románticos, es porque han comprobado que practicarlo es saludable, que
hacer el amor reduce el estrés o cosas por el estilo.También han muerto muchos en ese momento, de un ataque al corazón. Parece ser que les iba demasiado deprisa y no hacían el amor, sino gimnasia amorosa.
Otra actividad que es buena para la salud y que se ha puesto de moda en Estados Unidos, es pensar una media hora al día, porque los estudios han demostrado que se trata de una actividad que, siempre que no se abuse -son yankis-, genera unos procesos químicos que son provechosos para la buena salud.
Es bueno que hora lleguen terapias sencillas y baratas que puedan ser saludables para todos: han llegado las terapia de la simplicidad y hay un hastío del ornamento, que anuncia
una nueva era de la salud: la naturaleza, la evidencia y la realidad.
Seré feliz si usted no siente mi dolor, Y que yo tampoco sienta nada, Que nunca el pesado globo de la tierra Se escurra bajo nuestros pies. Me gusta, que pueda ser ridícula, perversa Buscar palabras adecuadas, Y no ponerme roja con ola sofocante Si apenas nuestras mangas se rozaran. Me gusta, que delante de mí usted pueda abrazar Tranquilamente a otra mujer, No me condena arder en el infierno Por no besarlo a usted. Y que mi cariñoso nombre, mi cariño No recuerde ni en la noche ni en el día… Que nunca sobre nosotros, en el silencio de la catedral, Cantarán el Aleluya. Gracias a usted -con mi mano sobre el corazón- Que no sabe lo mucho que me ama: Por mis noches tranquilas, Por los raros encuentros de las crepusculares horas, Por nuestros no paseos bajo la luna, Por el sol que no existe encima de nosotros, Por el dolor que no siente, lamentablemente, usted por mí, Por el dolor que no siento, lamentablemente, por usted. 3 de mayo, 1915 (Marina Tsvetáyeva)
Johnny: ¿A cuántos hombres has olvidado? Vienna: A tantos como mujeres tú recuerdas. Johnny: ¡No te vayas! Vienna: No me he movido. Johnny: Dime algo agradable. Vienna: Claro. ¿Qué quieres que te diga? Johnny: Miénteme. Dime que me has esperado todos estos años. Dímelo. Vienna: Te he esperado todos estos años. Johnny: Dime que habrías muerto si yo no hubiese vuelto. Vienna: Habría muerto si no hubieses vuelto. Johnny: Dime que aún me quieres como yo te quiero. Vienna: Aún te quiero como tú me quieres. Johnny: Gracias. Muchas gracias.
"...quisiera terminar esta reflexión con un toque de optimismo: la
vida es realmente interesante y atractiva porque, por encima de todo, no
tiene ningún sentido. Y, para hablar de eso, doy siempre un ejemplo: se
puede dudar absolutamente de todo, afirmarse como nihilista, y sin
embargo enamorarse como el mayor idiota.
Esa imposibilidad teórica
de la pasión, pero que la vida real no cesa de hacer palpable en
nosotros, hace que la vida tenga un encanto verdadero, irrefutable,
irresistible. Uno sufre, se ríe de ese sufrimiento, hace lo que
quiere, pero esa contradicción fundamental es tal vez lo que hace que la
vida valga aún la pena de ser vivida..."
(Cioran)
Y sabemos que enamorarse sucede en muy pocas ocasiones. Y qué si es verdadero, es un principio de compañía que no de acompañantes. Ni de soledades compartidas.
Coloco esta foto en facebook, y mi entrañable amiga y gran poeta argentina Mariel Manrique (pájaro de china blogspot.com) me deja este comentario que lo guardo en este almario de a vueltas con la vida.
"es
la ternura radical, contra todos los adjetivos inocuos que suelen
colgarle.¿de qué hablamos cuando hablamos de amor? de instantes de
comunión, así".
Hay días de invierno, hay días fríos, pero como el clima va por dentro hoy me he levantado así. Pero sin tanta gracia.Verlo hasta el final, los saltos son la emoción en estado puro.
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